Y, ¿Qué es lo que será?

 Puede que mucho de esto o al menos una parte fue también con ayuda de una IA. Más bien era quién le daba sentido a lo que escribía para que algunos puedan interpretar lo que decía. Otra parte ha sido escrita en momentos en los que ya no podía tolerar seguir estando en ese mismo lugar en el que me sometía por la propia voluntad. 

Y con el tiempo me voy dando cuenta que por esos mismos sucesos hoy estoy acá escribiendo referencias sobre las cosas pasadas por más boludas que puedan llegar a ser.

Y me da vergüenza sí, aunque con el tiempo no va a ser más que un simple escrito.

Son cómo ciclos a cerrar...

Todo llegará

Un nuevo día comenzó, y entre otro, ahí fui intentando surgir entre la gente que vi, tantas historias, y emociones pude sentir con tan solo levantar la mirada para ver por dónde seguir, qué es,  qué es lo que siento cuándo escucho, qué es lo que siento cuándo sin siquiera verlo lo diluyo, y entre tanto y tan poco, solo me sale chamuyo. Para los que no entienden las letras, y el amor a través de lo literario, y a expresar situaciones, emociones, o cosas por las que estás atravesando y no pudieras hacerlo, con tan solo un gesto. O solo, que estés conectado con tu intuición y seas el mejor actor, que se pudiera encontrar hoy en día en el día a día; tan solo se ven desprecios y miradas que te arruinan. 

Aunque no siempre, no quiero ser pesimista en este sentido porque si no no saldré más a la calle, y acá es dónde debemos saber hacía dónde mirar, ¿Qué es lo que queres ver? Mira hacia allá, y verás, si algo quieres impedir no mires, no hace falta ver cuándo lo que sientes es lo que está en concordancia con tu ser, quizá la intuición se equivoque, todos igualmente nos equivocamos, así que tranquilo. 

Me aseguro, y lo noto, cuando lo intuitivo te mueve, todos se ven con un mejor rostro. Sonrisas, desilusiones, tristezas, cariños, apuros y suspiros, veo todo, sin siquiera mover un dedo. Y puedo ver la verdad en sus rostros.

Y así, me gustaría ir codo a codo, y aunque esté quieto, mi mente acompaña en ese momento por tan solo unos pasos, en donde lo telepático se deconstruye. Acá no importa, el ruido, el sonido, la forma de ser, o de vestirse, ni cualquier otro rasgo característico de tu personalidad, aunque lo que sí va a importar será tu manera de actuar en esa circunstancia, entonces, lo que traes detrás y nadie lo ve, eso lo puedo. Eso es lo que importa y no es que sea el único que lo pueda ver, si no que tus allegados o persona que alguna vez empatizo contigo y pasó algún momento, es más probable de que lo pueda afirmar (me refiero a algún principio, modal, o manera de actuar, el bien moral).

Entonces, a lo que me refiero, es al acto mismo. Arraigado por diferentes tipos de culturas, hábitos, prejuicios y, a su vez, hasta por la educación misma, algo tan sencillo que parece ser, pero que aún estando en el siglo XXI no está resuelto en su totalidad. Y lo respeto, además también lo entiendo, cuándo todavía hay problemas cómo el hambre, quién se va a preocupar por entender la sintonía de la vida, a través de las artes, la literatura, y que se yo, el lenguaje mismo. En el fondo estamos construidos por ello.

Cómo punto final a este escrito, las mejores actos sociales son los que se realizan sin ningún fin previo, ¿Qué quiero decir con esto?: todo acto en si mismo tendrá un fin, aunque no sepas cual sea, lo tiene. Aunque te des cuenta en ese momento que lo estas haciendo, ahí, ya tiene un fin, o lo planeaste con tiempo, "anticipando al futuro", aunque, ya es el presente. Nosotros, estamos atrasados, hoy, esta palabra misma, ya es el pasado. Entonces, ¿A qué iba con todo esto?:

Que difícil el lugar en el que me pongo, en dónde no quiero decir que una acción vale más que otra, al contrario, cualquier acción tendrá su valor arraigado, y cambiante por diferentes sujetos. Entonces, voy a algo más cotidiano, y genuino, en dónde ves una oportunidad de ayuda, y lo haces, o alguien, un tercero requiere de vos, y te tomas el tiempo, de ayudarlo desde el corazón.

Cuándo el corazón ya palpita, casi a un nivel de ansiedad, ahí ya debes parar. No quiere decir esto que no seas una persona genuina, y qué no ayuda a los demás, si no que tal vez no era el día en el que tenías que hacerlo, hay momentos para todo y para todos. Todo llegará.

MDMA

 19.3.2024: El comienzo, del fin. Del principio, sin más que decir. Cuándo ya no se puede tolerar más dolor, se lo debe digerir, largar para volver a tomar un poco de tranquilidad. Paz, amor, y prosperidad. No resplandeciente y de una manera empalagosa, sino que de una manera natural, en consonancia con el ser, de uno mismo. 

No será todo de colores, flores, energía a nivel de MDMA, o quizá no en todo momento. Habrá que pasar por la oscuridad, por cada uno de los obstáculos, por cada cosa que se presente y no la habíamos esperado, por cada persona que nos viene a quitar ese pétalo que llevábamos dentro, o sin darnos cuenta, se lo terminamos regalando. Y ahora, en dónde está la fuerza, sacaremos un ramo para abastecer a cada ser humano, o seguiremos luchando en busca del pétalo que se ha quedado en vano.

La energía, el oxígeno, la droga más pura, y versátil, dependiendo de cómo queramos tomarnos los acontecimientos, las formas, y estructuras, podríamos alterarlas, con tan solo el sentir, la percepción del latir. Inhalar, y suspirar, inhalar, y aguantar, exhalar para volver a tomar. Y no hablo, de nada, y a la vez de todo. Que sin el aire, no somos nada. Y sin nada, no podríamos ser el todo. 

Después de todo, ¿Qué hay? 

Cada vez, que vas más a fondo, puedes ver con tanta claridad. Que ya no hay más ganas de continuar.

Comienzos de marzo, ya sólo queda un mes de CIVU, y más. Batalla de Rap, vida, sinceridad, amor y paz. ¿Por qué?

 Vengo de un fin de semana, en el que por primera vez voy a una batalla de Rap. Más allá de que pueda parecer simple el solo hecho de espectar, no creas, que en verdad todo es así, porque estando sólo y con mis pensamientos todo se transforma en una situación más compleja. Hasta estuvo Acru Roman, y ni siquiera me di cuenta. No sé, tal vez, con gusto lo hubiese saludado, aunque estoy contento de que pueda respetar a cualquier persona por tener la fuerza de largar sus frases, y prosas delante de tanta gente. Con la escucha activa, y la vista por todos lados, a veces los ojos se cruzan entre tantos rostros, transmitiendo diferentes estados. 

Después de todo, hoy ya es lunes. Y estoy cansado, la cabeza me pesa, y la tristeza continua sin agudizarse ni por tán sólo un minuto. Cómo puedo cambiar esto, la ansiedad me pide fumar todo el tiempo, y si no es así, tengo que comer, y para esto no me alcanza lo que tengo, se queda corta la billetera, y la plata no alcanza para saciar esta sed infinita. 

Estoy empecinado con el futuro, que ya me estoy olvidando lo que ahora está pasando, me refiero al hecho de vivir el acá y el ahora, y tán sólo concentrarme en respirar, que eso y solo eso, es lo único que tengo que hacer todo el tiempo. Lo demás vendrá, en algún momento. No tengo la menor duda, de que si la confianza y perseverancia, se juntan, cualquier cosa puede ser posible sin siquiera esforzarme más de lo que lo he hecho durante todo el día. Por estar vivo, por permanecer con calma, por aguantar ese estado en el que ya no quería ni a mi alma, cómo, cómo es que todo termina siendo a partir del amor. 

Deseo conseguir un empleo, y conocer gente divina. Con la que pueda compartir una cena o una merienda, con la que pueda hacer cosas, que vayan más allá de cualquier simpleza. De la belleza, más bella, de la noche buena, y el año, que se rompe sin importar en dónde. 

Caminar por la calle, o por la vereda, caminar por el césped, o por el borde en dónde estés al coste de caerte, ya no hay otra época, en dónde pueda volver a correr, por culpa de una letra, en la que se contó, que mi cuerpo desde un sexto piso se cayó. Y ahí, logré entender, lo importante de poder, de poder caminar o salir a correr. Sonreír, así sin más, sin un por qué.

RECAPITULANDO

 Qué quiere decir, cuando no me he decidido aún, si es lo que quiero, o lo que deseo.

Quién deseo ser, después de todo, un personaje escribiendo un Blog personal que no lo lee nadie, o peor aún quizá un personaje que anda por la calle, pensando, y reflexionando sobre el pasado, el futuro, y el presente. Con todo lo que ello acontece, y me atrae de cierto modo. 

Muchas cosas que no pueda ver, igualmente no me quiero inquietar de eso. Si no, bueno ya fue, no depende de mí. Triste ser, maldita mierda, por todo lo que deben pasar para encontrar lo que buscan, entre ellas, y cada una de ellas, las partes se vuelven el todo, circunscribiendo cada estrella entre la más bella la pude ver a ella. 

Más allá de esto, que carajo hago acá. Por qué decidí ya no vivir una vida en la alta sociedad, dónde se come rico, te cocinan, te lavan la ropa, los platos, de cambian las sabanas, y todo lo que quieras. Porque quizá elegí la salud mental, antes que toda comodidad. Pero, ahora bien. Cómo me brindo esa misma plenitud física, siendo un filosofó, sin trabajo, estudiando, y no se, sin querer decir nada, por qué ahora todo lo tengo y a la vez nada, la felicidad esta en cualquier momento y la tranquilidad ya no me la puede sacar cualquier cuervo. 

Deberé, de conseguir un trabajo, a medio tiempo. Con que me de para comer, todo estará bien. 

Aún así, por qué digo esto de que no quiero decir nada, cómo si algo dentro de mí no quisiera salir.

Tal vez, deba decir lo que siento pero no quiero lastimar al otro, sólo por mi pensamiento que puede llegar a ser tán perfeccionista, y no se, un poco duro, quizá. Además, quién carajo soy yo para meterme en la vida de los demás, dar consejos, e intentar cambiar algo que no está en mi pleno juicio. 

Por eso, decido callar. Para sanar, para vivir en paz. Para poder seguir caminando, cómo si de la primera vez se tratase.

Domingo finales de febrero

 Domingo, para ser sincero con mucha hambre, y sin dinero. Con ganas de compartir un abrazo o un te quiero. Y sin más, ya no tengo a quién poder darle lo único que vale, el amor, el espejismo de la compañía, la solidaridad y la razón de que hoy no es un buen día. Mientras llueve, escribo esto, y me recaliento, el mate de la mañana agregando una cucharada de café para que se levanten las ganas, de volver a sonrojar por más que no pueda ser lo que hoy deseé. 

Más allá, de todo lo que hoy está pasando, a cada uno en particular. No sé, espero que todo se vaya pasando y que el mañana pueda ser un día más sano, en el sentido de la paz mental, y física. En donde, no estemos preocupados por el mañana, o por lo que puede acontecer. 

Para esto, obvio que determinada gente ni siquiera puede llegar a pensarlo por el solo hecho que no tiene ni para satisfacer las necesidades más básicas cómo la comida, vestimenta, y/o hasta aspectos sociales, algo que pareciera simple y qué desde mi punto de vista no lo es: la amistad. 

Lo social, cultural, compartir sin más, cuidar, observar, y contribuir a que cada uno, cada cuál, cada quién, cada uno, que se haya pasado por tu realidad en un momento determinado al menos no le haya sido de lo más pesado que haya pasado en su día. Al menos, una sonrisa, o una mirada con calma, sin prejuicios u odio. Eso es mucho, un montón. 

Al menos para mí, yo lo siento así. No es que todo el tiempo esté de esta manera, obviamente. Ya deberíamos ser unos robotitos programados para serlo. Somos seres humanos, con diferentes estados de ánimos, con cualidades diferentes, con una infinidad de necesidades, y con un sin fin de posibles realidades. 

Hoy, estoy acá sentado tomando mates y escribiendo esto al "boleo". Espero se logre entender algo de lo que hablo, aunque no estoy dando un mensaje claro, o buscando cierto criterio, solo voy soltando lo que voy reflexionando, puede que este errado, si puede que sí, cómo puede que no, depende de quién creé en lo que ve, lo que lee, lo que siente, yo no sé, cuál será la verdadera verdad. En verdad, creo en no creer, aunque que crea para poder ser.

Todo muy contradictorio, usando palabras que no uso y caen así sin más, hasta repetidas en una oración. 

No se, ni lo que busco escribiendo esto y exponiéndo de cierta manera situaciones por las que pasé o cómo es que las siento. 

Tal vez,  solamente sea eso. 

Encontrando Caminos: Qué Hacer Cuando No Sabes Qué Hacer

Un viaje personal hacia la claridad y la acción

En un mundo tan vasto y lleno de posibilidades, es fácil sentirse abrumado por la pregunta: "¿Qué puedo hacer?". Esta interrogante no solo surge en el ámbito de nuestras carreras o en la elección de nuestros pasatiempos, sino también en el contexto de nuestras vidas personales y emocionales. Hoy quiero compartir contigo una reflexión profunda sobre cómo enfrentar esos momentos de incertidumbre y cómo, a partir de ellos, podemos construir un camino lleno de propósito y significado.

Primero, Acepta la Incertidumbre

La vida es una serie de ciclos y estaciones; hay momentos de claridad y momentos de confusión. Aceptar que no siempre tendremos todas las respuestas es el primer paso para encontrar paz en medio del caos. La incertidumbre nos invita a explorar, a cuestionarnos, y más importante aún, a crecer. 

Reflexiona Sobre Tus Pasiones

Frecuentemente, las respuestas que buscamos sobre qué hacer con nuestras vidas ya residen en nuestro interior. Dedica tiempo a reflexionar sobre las cosas que te apasionan, esos momentos en los que sientes que el tiempo vuela, o aquellas actividades que te llenan de energía y satisfacción. Es allí, en esas pasiones, donde a menudo encontramos nuestro propósito.

Convierte los Obstáculos en Oportunidades

La vida nos presenta desafíos; es una realidad ineludible. Sin embargo, nuestra percepción de estos obstáculos puede transformarlos en escalones hacia nuestro crecimiento personal. Cada experiencia difícil lleva consigo una lección valiosa. Aprender de ellas y adaptarnos nos hace más resilientes y preparados para enfrentar futuros retos.

Establece Metas Pequeñas y Alcanzables

Cuando te encuentres abrumado por la magnitud de lo que deseas lograr, recuerda que cada gran viaje comienza con un pequeño paso. Establece metas pequeñas y alcanzables que te guíen gradualmente hacia tu visión más amplia. Celebrar estos logros incrementará tu confianza y te mantendrá motivado en el camino.

Busca Inspiración y Apoyo

No estás solo en esta búsqueda. Muchas personas han estado en tu lugar y han encontrado su camino. Busca libros, podcasts, charlas y, sobre todo, personas que te inspiren y te apoyen. Compartir tus dudas y tus sueños con alguien de confianza puede brindarte nuevas perspectivas y ánimo para seguir adelante.

Sé Amable Contigo Mismo

Finalmente, pero no menos importante, sé amable contigo mismo. El camino hacia la claridad y el propósito es a menudo sinuoso y está lleno de altibajos. Habrá días de duda y frustración, pero recuerda que eres un ser humano en constante evolución. Trátate con compasión, celebra tus avances, por pequeños que sean, y permítete ser imperfecto.

En conclusión, preguntarte "¿Qué puedo hacer?" es el inicio de un viaje emocionante hacia el autoconocimiento y la acción. No hay respuestas correctas o incorrectas, solo experiencias que te forman y te guían. Con cada paso, con cada elección, estás construyendo la persona que deseas ser. Recuerda, el simple hecho de buscar, ya es un acto de valentía. Estás en movimiento, estás viviendo, y eso, por sí solo, es un regalo maravilloso.

Amor en el Aire: Celebrando el Día de los Enamorados Solo o Acompañado

Descubre cómo el 14 de febrero puede ser un día lleno de felicidad, independientemente de tu estado sentimental.

En el torbellino de la vida estudiantil, el Día de los Enamorados emerge como un suave recordatorio de la magia del afecto, ya sea compartido o contemplado desde la singularidad de la soltería. Aunque las calles se vistan de rojo y los corazones parezcan flotar en el aire, este día va más allá de estar en pareja: es una celebración del amor en todas sus formas. Observar la felicidad ajena, compartir un abrazo fraternal, una conversación significativa o simplemente disfrutar de la propia compañía, son actos que cobran un nuevo significado. Este 14 de febrero, te invito a verlo no como un recordatorio de lo que podría faltar, sino como una oportunidad para apreciar lo que ya está presente. Amor es, después de todo, un estado de gratitud y reconocimiento hacia aquellos momentos y personas que nos hacen sentir vivos, nos enseñan el valor del ahora y nos recuerdan que, aunque todo cambie, lo vivido permanece eternamente en nosotros. Así que, ya sea en pareja o solo, el Día de los Enamorados es un pretexto perfecto para celebrar el amor en todas sus expresiones, recordando siempre que, en el fondo, lo importante es capaz de trascender cualquier circunstancia.

Descubriendo la Autenticidad en la Soledad: Un Viaje Personal

No es necesario aparentar ser fuerte cuando la vulnerabilidad es nuestra mayor fortaleza

En la vida de todo estudiante, existen momentos de profunda reflexión sobre quiénes somos y hacia dónde vamos, especialmente cuando nos encontramos solos. Esta soledad no debe interpretarse como un vacío a ser llenado a la fuerza con la presencia de otros, sino más bien como una oportunidad invaluable para el autodescubrimiento y el crecimiento personal. La presión de aparentar ser alguien que no somos, solo para encajar en un molde social que frecuentemente parece indiferente a nuestras verdaderas pasiones y miedos, puede ser abrumadora. Sin embargo, es precisamente en esos momentos de soledad donde surge la potencialidad de ser genuinamente nosotros mismos, sin las máscaras que el mundo exterior a menudo nos obliga a llevar.

Vivir sin aparentar ser más "fuerte" de lo que realmente somos es un acto de valentía. En un mundo que constantemente nos bombardea con la idea de que debemos estar siempre alerta, siempre listos para el próximo desafío, admitir que hay momentos en los cuales simplemente dejamos que las cosas sucedan puede parecer un signo de debilidad, pero en realidad es todo lo contrario. Es un reconocimiento de nuestra humanidad, de nuestra incapacidad para controlarlo todo, y de la aceptación de que no podemos estar conscientes y en control en todo momento. Este reconocimiento no solo es liberador, sino que también nos permite conectarnos de manera más auténtica con los demás, estableciendo relaciones basadas en la honestidad y la vulnerabilidad. Por lo tanto, abrazar nuestra soledad y las lecciones que trae consigo, más que una señal de debilidad, es una manifestación de la fortaleza y audacia que reside en permitirnos ser simplemente quienes somos.

Y, ahora, ¿Qué sigue?

 Después de haber hecho una simple publicidad no paro de pensar, y no se en que, que me hace transpirar. 

Si solo por haber dado a mostrar lo que puedo llegar a escribir, o fue por que creía gastar 10 y termine gastando 16. Impuestos, y más, retenciones que no paran, que terminan dejándote sin nada. Hasta sin la intención de que esto para alguien pueda ser de utilidad. Sin siquiera conocer su finalidad. Mucho riesgo, sin más. 

¿Llegaré a algún lado?

Y más allá de que me puedan llegar a leer, de nada servirá si no recibo alguna que otra devolución: un pensamiento, una crítica, un consejo, o una experiencia que hayan recordado mientras estabas leyendo.

La vida parece ser tan simple, y es lo que es.

He estado muchos años bajo la mentira, de que todo era un caos, de que todo se iba a derrumbar. 

Y ahora, se que no lo es, igualmente, la ansiedad y las ganas de volver a caer, no se van. 

 Más allá, cada día elijo cambiar, y si en uno me voy a tropezar, espero volverme a levantar. 

No quiero ser, alguien, solo quiero saber que puedo hacer, con lo que tengo, con lo que veo. 

Y buscar hacer el bien, a mi criterio, a mi ritmo, y a mis días. 

Si estás apurado, es problema tuyo, conmigo no irás a ningún lado. 

Te deseo suerte, y espero, que no te vuelvas a cruzarme, por qué tan solo daré un suspiro. 

Para no volver a verte, en ninguna parte.